CEM: exposición en las oficinas
En la actualidad, los trabajos que más se desarrollan son los gerenciales y administrativos en interiores con el uso de aparatos electrónicos. Esto hace que los empleados estén cada vez más expuestos a los CEM o campos electromagnéticos.
Por lo general, los empleadores se preocupan constantemente en la comodidad de sus empleados y en evitar que ocurran accidentes. Pero ¿qué pasa con la salud? Al parecer, la dejan a un lado, puesto que, son muchos los trabajadores de oficina que comienzan a presentar problemas que están relacionados con conjuntivitis, dolores de cabeza, dificultades para respirar, depresión, ansiedad, dermatitis, entre otros.
Las radiaciones de campos electromagnéticos en una oficina
En el medioambiente de un espacio de trabajo, pueden existir diversos agentes que pueden enfermar a los empleados, conociéndose con el nombre de “oficina enferma“. Entre los principales problemas, destacan las radiaciones de ondas electromagnéticas que emanan de los electrodomésticos y los aparatos eléctricos.
Sobre todo, los que más se usan en la oficina, los cuales son: los ordenadores, teléfonos móviles, WiFi y hasta las antenas que podrían estar cercanas. De hecho, las radiaciones son olvidadas por las personas, ya que, no lo consideran como un verdadero peligro, cuando en realidad lo es.
Básicamente, en una oficina se pueden encontrar varios tipos, siendo los campos eléctricos, los magnéticos y las ondas electromagnéticas.
Campos eléctricos
El ser humano es por naturaleza un conductor de electricidad, por lo que, si hace contacto con un campo, lo atrae en su camino a la tierra. La ciencia ha descubierto que las personas que someten a los límites establecidos pueden llegar a tener efectos en su sistema hormonal o incrementar la tasa de enfermedades, incluyendo el cáncer.
Uno de los estudios que más destacan, es el realizado por el Dr. Anthony Miller (experto en cáncer y asesor de la OMS), realizados en unos puestos de trabajo de algunas empresas de suministro eléctrico. Especifica que, una oficina sana, debería contar con campos eléctricos bajos, lo cual es muy fácil de lograr si los empleadores se lo proponen.
Indica que, el saneamiento de esta debe emplearse en el entorno más exacto del trabajador, tratando de conducir todos los campos eléctricos hacia una adecuada toma de tierra.
Una de las formas más sencillas de poder testear una radiación de este tipo en una oficina, es tomando un detector de voltaje sin contacto y, acercarlo a los empleados cuando se encuentren sentados en su silla. Si el aparato no se enciende el campo eléctrico, posiblemente sea inapreciable.
Ondas electromagnéticas
Principalmente, estas ondas son usadas para transmitir información. Están las del espacio exterior, constituidas por los teléfonos móviles y la televisión digital, y por otro lado, las internas que son los teléfonos inalámbricos, el WiFi, entre otros.
Hoy en día, los sistemas de difusión de ondas, con multitud de emisores, ayudan a disminuir o prevenir los efectos térmicos que se generan cerca de los emisores si eran pocos; ya que, podrían emitir a una mayor potencia. Esto se traduce a que, los efectos que tiene en la salud todavía existen.
En Estados Unidos, el Observatorio de la Contaminación Electromagnética, aseguró que al menos un 10% de la población estadounidense padece de hipersensibilidad electromagnética.
Entre las afectaciones que más destacan en el informe, señalan que las personas, podrían presentar falta de concentración, falta de energía, depresión, insomnio y fatiga. Todos estos padecimientos pueden llegar a influir negativamente en el rendimiento de los trabajadores en la oficina.
Caemos ahora en una disyuntiva, ya que estas mismas ondas, son las que proporcionan una mayor facilidad en el trabajo. Entonces la pregunta es ¿Cómo lograr trabajar con las ondas sin que afecte la salud de los trabajadores?
Pues bien, la recomendación mayor es que se pueda moderar o reducir las radiaciones absorbidas dentro de la oficina. Por dar un ejemplo, resulta ideal evitar el uso continuo del celular en aquellas zonas que son de baja cobertura, así como también, emplear el uso de manos libres y evitar la instalación de los routers de WiFi muy cerca de los trabajadores.
Prevenir las radiaciones en el área de trabajo
No cabe la menor duda, de que las radiaciones electromagnéticas han contribuido en gran parte al progreso social y el adelanto tecnológico en la sociedad. Sin embargo, existen evidencias de que pueden ocasionar efectos adversos en la salud y la producción de enfermedades graves.
A su vez, estas enfermedades o afectaciones pueden afectar de forma negativa a las empresas. Finalmente, lo que podemos recomendar es que, se trate de sacar el mayor provecho posible a las ventajas que ofrecen los CEM, pero aplicando las medidas preventivas necesarias que brinde seguridad sobre la salud de los trabajadores.
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